He notado que hay gente que desprecia a los pobres, marginan y discriminan a los pobres y por otro lado favorecen a las clases dominantes, rechazan a quien no es de su estatus social y a las personas que se encuentran en estado de pobreza, este fenómeno es una práctica social, a veces inconsciente e invisible, afortunadamente me encontré con la definición y nombre de este fenómeno:
Se llama APOROFOBIA que significa “El rechazo al pobre”, y es la filósofa Adela Cortina, quien acuñó este concepto y explica lo siguiente: “Los seres humanos somos animales reciprocadores, estamos dispuestos a dar, con tal de recibir y por eso la raíz de nuestra sociedad es el contractualismo, vivimos de: yo estoy dispuesto a cumplir mis deberes con tal de que el Estado proteja mis derechos; yo estoy dispuesto a dar mi trabajo con tal de que después me paguen mis honorarios, ese es el dar y recibir y vivimos en la sociedad del intercambio, del contrato, del pacto, pero que pasa con algunos que no tienen nada interesante que dar, que no pueden dar nada en intercambio, y estamos acostumbrados al hoy por ti, mañana por mí etc., y hay los que parece que no pueden dar nada a cambio son los pobres, por eso la palabra APOROFOBIA viene de aporos que es pobre en griego y fobia: temor, recelo, desprecio, rechazo, y en esto consiste el rechazo al pobre que a juicio de Adela Cortina, tiene una base cerebral y por lo tanto es universal porque FRENTE AL QUE NO PUEDE DARNOS NADA INTERESANTE A CAMBIO, o eso creemos, lo que hacemos es PONERNOS EN GUARDIA, RECHAZARLO Y DEJARLO DE LADO.”
Es un tema muy profundo, sin embargo fácil de entender, explica Adela Cortina, que la “APOROFOBIA, va en contra de la DIGNIDAD HUMANA, Y EN CONTRA DE LA DEMOCRACIA, la democracia tiene que ser inclusiva necesariamente, la APOROFOBIA ES EXCLUYENTE, no puede haber una sociedad APOROFOBA Y A LA VEZ DEMOCRÁTICA y sin embargo todas las sociedades que conozco son APOROFOBAS, ¿Por qué estamos haciendo esto?. Por eso la educación tiene mucha tarea y la aporofobia en ese sentido es un tema con el que hay que acabar, y no solo es educativo si no que es INSTITUCIONAL, hay que acabar con las desigualdades en el siglo XXI.”
Es evidente que no estamos ni cerquita de terminar con las desigualdades sociales, muy al contrario se agudizan cada día más, los programas sociales implementados por el Gobierno Federal, son una muestra de ese esfuerzo Institucional por la igualdad y de ser incluyentes, al menos se distribuye un poco de la riqueza a los sectores que más lo necesitan, pero eso no es suficiente, sin embargo si podemos cambiar nuestra mentalidad, si podemos luchar para que el Estado de las cosas cambien, si podemos tratar a las personas de manera incluyente, y no rechazarlas, ser más empáticos con los problemas sociales y decir no a la discriminación y rechazo a los pobres.
EDUARDO TORRES LEÓN.